ARTÍCULO APARECIDO EN EL PERIÓDICO 20 MINUTOS DE MADRID EL JUEVES 12 DE NOVIEMBRE DE 2009

20 años de lucha y 5 meses de acampada para pedir justicia por su hijo en coma
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Ampliar fotoJuana posa junto a su refugio, en la Plaza de Jacinto Benavente de Madrid. (Imagen: Jorge París)
Antonio se quedó en estado vegetativo tras una operación estética.
Su familia asegura que hubo negligencia y no ha dejado de protestar.
Ahora lo hacen frente al Ministerio de Justicia.




R. QUEIMALIÑOS. 12.11.2009
Juana ha construido un 'refugio' prefabricado en el corazón de Madrid y desde hace 5 meses habita y bloquea parte de la entrada de un inmueble del Ministerio de Justicia.
El objetivo es que, precisamente, la Justicia desbloquee su caso. La calle ha sido el último recurso de una dilatada lucha jurídica que arrancó el 3 de julio de 1989, día en que su hijo Antonio Meño sufrió un coma irreversible por una supuesta negligencia médica tras someterse a una operación estética de nariz en una clínica privada madrileña. El fin de su vida coincidió con el infierno de sus padres.
La primera sentencia señalaba que el especialista extubó al paciente antes de que recuperase la respiración espontáneaEl proceso judicial arrancó con una resolución favorable. El Juzgado de Instrución nº19 de Madrid responsabilizó al anestesista del coma irreversible de Antonio y le obligó a sufragar su manutención.
La sentencia recogía que el especialista había extubado al paciente antes de que recuperase la respiración espontánea. Le sobrevino un vómito y "ante la falta de reflejos lo aspiró vía aérea y le provocó un broncoespasmo que le dejó sin oxígeno".
La satisfacción duró poco. El anestesista interpuso un recurso, la Audiencia Provincial lo absolvió y la víctima quedó sin indemnización. Agotada la vía penal, los padres de Antonio estudiaron la vía civil. El Constitucional y el Supremo desestimaron los recursos de los Meño y fueron condenados a pagar las costas de un vasto proceso judicial que ascendían a 400.000 euros.
"Aberraciones jurídicas"
La Fundación Justicia Responsable e Independiente se hizo eco del caso y su presidente, Luis Bertelli, decidió intervenir de forma altruista hace un año para intentar corregir la "secuencia de aberraciones jurídicas que se han sucedido en este proceso".
Bertelli mantiene en la actualidad tres causas abiertas contra sentencias y personas involucradas en el procedimiento: El Tribunal Superior de Madrid ha admitido a trámite una demanda de responsabilidad civil contra los cuatro jueces que intervinieron en el proceso civil al considerar que la "familia fue perdiendo instancias por errores secuenciales de los magistrados".
Uno de los demandados es la jueza que solicitó el embargo de los bienes de la familiaUno de los demandados es la jueza que solicitó el embargo de los "escasos bienes" que poseen Juana y su marido para hacer frente a las costas, y contra ella también se ha interpuesto un pleito judicial por tomar esta decisión mientras es investigada.
Pero, sobre todo, Bertelli espera impaciente la respuesta del Congreso de los Diputados a una petición formal en la que solicita que se investigue por qué el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha rechazado analizar el caso Meño sin examinar la documentación entregada.
La familia pidió la intervención de la justicia internacional al considerar que en España se había vulnerado su derecho a un proceso justo. "Las Cortes deben proteger a sus ciudadanos de las violaciones de los Tratados internacionales y la Justicia española deberá reponer los errores jurídicos sistemáticos que han dirigido el caso Meño", sentencia Bertelli.

"No me quedan fuerzas"
La idea inicial era acampar en una sencilla tienda de campaña. Sin embargo, la familia de Juana pensó en el invierno, el frío y la inseguridad callejera y se decidió por una construcción de dos estancias, elevada del suelo por palés, plastificada y aislada con moqueta.
Antonio ocupa el cuarto principal del 'inmueble', y Juana duerme en la otra habitación. Sus hermanas le lavan la ropa, le cocinan, varios vecinos les ceden sus baños y, paradójicamente los guardias jurados del Ministerio de Justicia vigilan la cabaña de los Meño. "No me quedan fuerzas, pero resistiré", matiza.

CARTA AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS II

AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


Antonio Meño Rodríguez y Juana Ortega Ramírez, en la Petición nº 280/002222/0000, comparecemos y como mejor en derecho proceda, decimos:

Acabamos de recibir el Acuerdo adoptado por la Comisión de Peticiones de fecha 27/10/09, inadmitiendo nuestra Petición, informándoles que de no rectificar el mismo en el plazo de diez días -el que nos concede el art. 115 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa-, interpondremos un recurso contencioso-administrativo para la protección de los derechos fundamentales de la persona por violación de nuestro derecho fundamental reconocido en el art. 29.1 CE.
Conforme dispone el art. 93 de nuestra Carta Magna, corresponde a esas Cortes garantizar a los ciudadanos que el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos se cumpla. Para la aprobación de dicho Tratado Internacional fue oída la Comisión de Asuntos Exteriores de las Cortes y para firmar el Instrumento de adhesión de España al mismo y a sus Protocolos, tuvieron que dar también su previa autorización -art. 94 de nuestra Ley Fundamental-.
Nosotros le estamos hablando de corrupción en el seno del Comité de Derechos Humanos. De que llegan Comunicaciones de españoles que son echadas para atrás sin ni siquiera leerse, por personas adscritas a ese Comité que ocultan hasta su nombre. Que no queda ni rastro de las Comunicaciones que nos devuelven, por lo que no hay constancia registral alguna de cuantos acudimos al Comité ni de las violaciones del Pacto que no han sido atendidas por los miembros que componen tal Comité, porque no llegaron estos ni a conocerlas.
Esas Cortes tienen la obligación, en nombre de la dignidad y derechos de los españoles, de abrir una investigación con el fin de que el Estado pida al Comité que designe una Comisión especial que indague e informe sobre los hechos gravísimos que denunciamos y padecemos.
La condición de español no significó nunca nada en el concierto internacional. Se ríen de nosotros por tener unas Cortes que no defienden los derechos de los ciudadanos. Jamás hacen nada por el pueblo -¿se imaginan si esto mismo les estuviera pasando a ciudadanos franceses, alemanes o suecos?-.
No nos digan que sienten un profundo pesar por lo sucedido a nuestro hijo mientras nos niegan el legítimo derecho de Petición que presentamos. Ustedes no sienten nada, ni quieren saber nada. No tienen siquiera conciencia de nuestro sufrimiento desde hace más de veinte años y por el que acudimos al Comité, burlándose este de nosotros, por lo que pueden suprimir sus frases protocolarias ya que lo que les pedimos, adjuntándoles cinco mil firmas más de ciudadanos que quieren lo propio, es que hagan el trabajo para el que fueron elegidos, defendernos de los abusos y corrupciones de esa Institución Internacional que tanto dinero nos cuesta y que solo sirve para romper las ilusiones y esperanzas de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas de este país que ante ella acudimos

Por lo expuesto, informándoles que seguiremos en la Plaza Jacinto Benavente con nuestro hijo hasta que nos tengan el respeto que merecemos,


AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS PEDIMOS: Que por presentado este escrito, con las nuevas cinco mil firmas a unirse a las anteriores veinte mil ya presentadas y sus preceptivas copias para ser entregadas estas a los diferentes Grupos Parlamentarios, tenga a bien acordar resolver nuestra Petición en el sentido indicado antes del plazo de diez días hábiles del que disponemos para acudir a los Tribunales con la pretensión de que sean estos los que les obliguen a hacerlo.

Madrid a 3 de noviembre de 2009.

CARTA AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS I

AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



Juana Ortega Ramírez y Antonio Meño Rodríguez, en la Petición nº 86268 presentada el 29 de septiembre de 2009 para que se pida cuentas al Comité de Derechos Humanos que rechazara sin leerla la Comunicación que presentamos por no haber tenido un juicio justo, comparecemos y como mejor en derecho proceda decimos:

Desde la Plaza Jacinto Benavente de esta ciudad, en la que seguimos acampados con nuestro hijo en coma y esperando a que Sus Señorías los Diputados cómodamente alojados en sus confortables viviendas y lujosos hoteles de Madrid, ignorantes de las inclemencias que padecemos en la calle y ajenos a nuestro sufrimiento tengan a bien contestarnos, les hacemos llegar otras cinco mil firmas de conciudadanos que se unen a nuestra dolor y se solidarizan con la petición entregada en ese Congreso hace más de un mes.

En su virtud,


AL CONGRESO PEDIMOS: Que por presentado este escrito, en unión de las nuevas cinco mil firmas recogidas que exigen como nosotros que se abra una investigación en el Comité de Derechos Humanos con sede en Ginebra, para saber lo sucedido con el rechazo indebido de nuestra reclamación, se sirva admitirlo y unirlo al presentado con fecha 29/9/09.

Madrid, a tres de noviembre de 2009.



Fdo. Juana Ortega Ramírez Antonio Meño Rodríguez